Hoy una "churriamiga"me ha dicho la siguiente frase: el haber pasado mala vida no nos garantiza mejor despedida... desgraciadamente....efectivamente así es. Mi madre, una gran madre a pesar de todas las pegas que les ponemos a nuestras madres cuando fuimos adolescentes, ha tenido una vida dura y se acerca su final de una manera dura.
Me hacen hervir la sangre los que me quieren convencer de la existencia De Dios y más en estos momentos en que la justicia divina brilla por su ausencia. Soy atea, no intento con eso que los demás dejen de creer en lo que les dé la realísima gana, pero que hagan el favor de dejarme creen que el único Dios que existe es Ricky Martín.
Siempre tuve la expectativa que mi madre fallecería por la edad pero el destino no me va a dar la razón, una vez más se ha cachondeado de mis expectativas. Esta vez no pedía tanto, pedía algo que es justo, porque ella se merece lo mejor. Por todo lo que ha luchado por cada uno de sus hijos, por todo lo que sufrió tras la guerra civil y por lo injusta que es la vida con los pobres.
En fin que ni Dios existe y si existiera no iba a leer mi blog.
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