En estos arranques que me dan de existencialismo profundo me da por pensar que desperdiciamos la vida y eso q es cortita, q me lo digan a mí q me hallo en la mitad de ella, intentando asentarme en la cuarentena.
Pasan días enteros sin un atisbo de felicidad, ya he entendido q esto no es La casa de la Pradera (no sé pq se utiliza ese simil pq en realidad se la pasaban llorando), pero creo q aunque la vida no sea WONDERFULL podemos redecorarla.
Sí, sí, redecorar nuestra vida como los del IKEA pero sin tanto armatoste imposible de montar sin llave allen(como me gusta saberme el nombre de al menos una herramienta pq sigo confundiendo la llave inglesa con los alicates).
Ayer noche cumplí varios proyectos pendientes, esa culminación se parece bastante a eso q llaman Felicidad. Después de una etapa de aletargamiento; logré SENTIR, y no penséis en nada erótico que de eso poco me queda ya pendiente...
Sentí el poder de la comunicación, el poder de la amistad, el poder del arte de transmitir mediante una representación teatral y sobre todo sentí el poder la risa que es lo q me mantiene viva (eso y mi preciosa hija y mi hippyperro, claro).
Por ello tengo que dar las gracias; a mis churris por ser y estar, a mi ciberamiga por convertirse en real y a mi actor favorito por darme la chispa q tan solo Ricky Martín me había dado hasta ahora. Gracias de veras.
PD: Nos empeñamos en conseguir cosas materiales cuando lo que te hace sentir vivo es intangible.
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